Discurso toma de posesión Carmen Planas
Josep Oliver.
Representantes de las Organizaciones Empresariales, empresarias y empresarios; amigas y amigos.
Buenos días a todos y gracias de nuevo por vuestro recibimiento, vuestro ánimo y vuestras felicitaciones.
Es un honor para mi, acceder al cargo de Presidenta de CAEB. Y es una gran satisfacción recibir la herencia de 37 años, de esta Confederación Empresarial. Unión, que emprendieron en su día 13 organizaciones empresariales, de la mano de su primer Presidente, D. Gabriel Barceló. Hoy aquí presente. Unión de Asociaciones que fue impulsada posteriormente por D. Francisco Albertí, segundo Presidente de CAEB, al que todos añoramos.
Alianza de organizaciones empresariales, que ha gobernado, con generosidad, consenso y sabiduría, D. Josep Oliver.
El trabajo realizado por ellos, apoyados por cientos de empresarios, ha permitido un crecimiento constante de CAEB y la proyección social que hoy mantiene.
Mi más sincero agradecimiento, a todos aquellos que lo habéis hecho posible, en el pasado ya lejano en el pasado reciente y en el presente.
Lo habéis conseguido con esfuerzo, trabajo en común, unión empresarial y defensa de intereses colectivos.
Sinceramente, muchas gracias.
Y dejadme que os agradezca también, la posición independiente, y reivindicativa, que habéis mantenido para defender los intereses de nuestro colectivo.
Me habéis enseñado, que desde CAEB, debo tomar el pulso a cada sector, a cada territorio insular. Y al hacerlo, tratar de innovar, avanzar y progresar.
Me habéis instruido en la necesidad de demandar en voz muy alta, a las Administraciones, todo aquello que pueda servir para hacer avanzar al tejido empresarial de estas Islas, y por extensión, a la sociedad de les Illes Balears.
Debemos reclamar al Gobierno de España, inversiones proporcionales a lo que Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera aportan a las arcas del Estado. Debemos seguir exigiendo un sistema de financiación justo. Vosotros lo habéis hecho y yo retomo ese legado.
También sé que debemos seguir demandando que la presión fiscal regrese, como mínimo, a los niveles previos a la crisis económica.
Que las políticas fiscales sean más favorables a la inversión. Y que todos, juntos, trabajemos con ímpetu para favorecer la creación de empleo.
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Hasta aquí he pronunciado las palabras correspondientes a algo en lo que creo y que todos sabíais ya.
A partir de aquí, permitidme que os explique aquello que me llevó a encabezar la candidatura para presidir CAEB y trazar algunas líneas de trabajo futuro.
Soy una persona de actitudes heterodoxas como empresaria. Entendedlo. Vendo salud. Y eso te hace recapacitar mucho. Muchísimo. Creo, para todos los colectivos que integran CAEB, en la necesidad de adaptación constante a las nuevas tecnologías. Creo en el cambio. Creo que el mercado actual y la actitud de las personas, y sus demandas, nos llevan a adaptar, decididamente, nuestras empresas a sus exigencias. Debemos renovarnos, de forma constante, si queremos sobrevivir empresarialmente y asegurar el futuro.
Los profesionales entre 30 y 40 años tiene ya otra mentalidad, otra formación, y otra forma de gestionar, diferente a la que tenemos la mayor parte de los que hoy nos reunimos aquí, que sumamos, como mínimo, una media de 55 años. Las generaciones nuevas nos empujan. Permitidme decir que el mundo empresarial de la próxima década, será muy, muy distinto. Y está en sus manos. Quiero trabajar también con los jóvenes, con los emprendedores, con ellos y para ellos.
Hasta ahora, aunque hemos invertido mucho trabajo para que nuestras empresas funcionasen, lo hemos tenido más fácil, que las perspectivas que se abren de cara al futuro.
Nos encontramos ante un mundo nuevo, ante un mercado desconocido en el futuro próximo.
El capital del conocimiento es lo que se impone. Hablamos de externalización y creo en ella. No como trabajo precario y sí como adaptación a los tiempos que corren.
Contrataremos por proyectos a aquellos profesionales que más sepan, aquellos que estén especializados en la materia que nos interese. A aquellos que tengan mayor capacidad para llevar a cabo los proyectos diseñados. En el mercado futuro, llegará un momento en que no existirán apenas contratos indefinidos. Eso debemos explicarlo ya, porque es real. Se contratará por proyecto, insisto, se contratará por objetivos, a aquellos profesionales que mejor puedan cumplirlos.
No invento nada. Todo está ya dicho.
Otra cosa es que queramos escuchar a aquellos analistas que dedican su trabajo a reunir datos del presente, para ayudarnos a proyectar el futuro. No nos ceguemos con lo que ya tenemos. Nuestras empresas deben innovar antes de que lo hagan las empresas de los mercados competidores, los mercados emergentes.
Dejadme poner tres ejemplos:
¿Verdad que hace diez años nunca pensamos que las agencias de viajes bajarían sus ingresos, porque la gente contrataría los vuelos y los alojamientos por internet?.
Pues hoy, es un hecho.
¿Verdad que nunca creímos que dejaríamos de leer los periódicos en papel?
Y hoy, aunque pareciese increíble, los leemos en internet, porque es más rápido.
¿Verdad que nunca pensamos que para realizar las declaraciones a Hacienda podríamos hacerlo con un solo click desde la empresa?.
Pues hoy podemos.
Las nuevas tecnologías están cambiando nuestras vidas y, sobre todo, nuestras empresas. Vamos a sumarnos a los cambios si queremos sobrevivir. Ese será mi empeño.
Creo sinceramente, que debemos hacerlo.
Lo tenemos al alcance de la mano.
Tenemos unas islas maravillosa.
Riquísimas en naturaleza, valiosísimas en servicios.
No desaprovechemos, ni un minuto, todo aquello en lo que hemos avanzado, y proyectemos el futuro con realismo.
¿Cómo ayudaros a hacerlo desde CAEB?. Hoy no tengo la respuesta.
Tan sólo puedo exponeros ideas y hablaros de propósitos. Esos propósitos, reales, que me hicieron aceptar esta Presidencia.
Os pido que me dejéis cien días, para dar respuestas. Esos cien días, que se conceden a todos aquellos que deben dirigir entidades públicas.
La nuestra es una suma de organizaciones privadas, pero su resultado es público.
Si nosotros, empresarios y trabajadores, somos capaces de pensar en intereses comunes, el futuro de estas islas, el futuro de todos, puede ser extraordinario.
Está en nuestras manos tratar de conseguirlo.
Gracias.