En España, solo el 34% de los CEO de empresas son mujeres, según el último estudio de Women in Business 2021. En el 2020 el número de mujeres en altos cargos directivos cayó 2 puntos. En el caso de las Baleares, un informe de la Fundación Impulsa Baleares, indica que las mujeres solo ocupan un tercio de las posiciones directivas.
Datos como estos evidencian que en el sector empresarial español esta muy alejado del objetivo de igualdad de género y reflejan la necesidad de continuar sensibilizando y educando para lograr el modelo 50-50, un modelo más competitivo, que aproveche y desarrolle el talento femenino y en que el liderazgo sea compartido entre mujeres y hombres.
Por todo esto, para las mujeres directivas resulta muy útil tejer redes donde poder apoyarse y reafirmarse cuando sea necesario. Además, contar con mujeres que estén en la misma situación les permitirá nutrirse las unas de las otras y hacerse más fuertes ante los obstáculos a los que se tengan que enfrentar. Los estereotipos y estigmas que sufren las mujeres directivas en su día a día ejercen mucha presión sobre estas y como bien sabemos, compartirla facilita su gestión.