Gala del Empresario 2022
Discurso de Carmen Planas, presidenta de CAEB
- Presidenta del Govern, Francina Armengol
- Presidente de CEOE, Antonio Garamendi
- Alcalde de Inca, Virgilio Moreno
- Resto de autoridades,
- Empresarios y empresarias,
- Queridas amigas y amigos.
Bienvenidos todos a la Gala de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares 2022, año que cumplimos 45 años de trayectoria. Bienvenidos a este Teatro Principal de Inca, recién reformado, que nos encantó nada más conocerlo este verano de la mano del alcalde. Gracias Virgilio por la disponibilidad y las facilidades.
Hemos iniciado esta gala, hoy desde el corazón del Raiguer, con las notas de Nina y la familia Bleuse, y las palabras de mi querido amigo Pablo, director artístico y musical de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears. Un ejemplo, el de Mielgo y la familia Bleuse, de liderazgo y trabajo en equipo en el más amplio sentido de ambos conceptos. De liderazgo entendido como guía conductor, transmisor e inspirador de un grupo cohesionado … como acabamos de ver y escuchar en este escenario…
Porque es crucial saber compartir, motivar, delegar, trabajar en armonía y adaptarse a los cambios para que todas las piezas encajen y defiendan el interés común… como bien sabéis y hacéis todas las asociaciones y empresas que formáis parte de CAEB.
La capacidad del grupo, la unión dentro de la diversidad, es la que nos hace líderes, la que nos fortalece y la que hace que podamos ser la voz autorizada del tejido empresarial balear, tanto aquí en nuestras Islas como en el resto del territorio nacional.
Decía hace unas semanas durante una entrevista que “para que un liderazgo funcione tienes que rodearte de mejores profesionales que tú”. Y es así como lo siento, como me gusta trabajar y como ejerzo de presidenta de los empresarios de Baleares desde hace ya 8 años. Siento el respaldo de todos vosotros, dejándome asesorar, apoyándome en un gran equipo a la hora de tomar decisiones. Un equipo que debe combinar todas las características que Joana, María, Carme, Guillermo, Carlos, Gabriel, José Vicente y Ana han descrito en el vídeo que hemos tenido ocasión de presenciar hace un momento.
Los empresarios tomamos decisiones trascendentales, que van mucho más allá de nuestras empresas… son decisiones que pueden cambiar el rumbo de las personas, de las familias porque seguimos siendo nosotros, los empresarios y empresarias, los que con nuestras acciones generamos puestos de trabajo, riqueza y bienestar a la sociedad.
Los empresarios tenemos entre ceja y ceja la mejora continua, una mejora para nuestros productos, nuestros equipos humanos y para el conjunto de la ciudadanía… y no necesariamente en ese orden. Y, además, lo hacemos en diferentes escenarios, en diferentes momentos o ciclos económicos, cuando sopla viento de cola o cuando vienen mal dadas.
Ejemplo de nuestro empuje y capacidad de resiliencia han sido los dos duros años de pandemia que hemos dejado atrás, espero que definitivamente, hace unos meses. Dos ejercicios, los de 2020 y 2021, extremadamente duros, cuyas consecuencias aún arrastramos, pero que han dado paso, por fin, a un 2022 en el que hemos recuperado la normalidad. Bendita normalidad.
Hoy aquí, esta tarde-noche, disfrutamos de esa normalidad con el teatro lleno, sin mascarillas ni restricciones, fiel ejemplo de la temporada alta que está entrando en su recta final. Así es. Estamos ya en los últimos coletazos de una temporada como las de antaño, una temporada turística que se abrió con muchas dudas e incertidumbres, pero que está llegando a su fin con cifras de visitantes similares a las de 2019.
Hemos recuperado prácticamente todo el turismo que dejamos aparcado hace dos años, nos vuelven a visitar millones de personas… pero no podemos lanzar las campanas al vuelo: la rentabilidad no ha sido la misma que entonces.
Por varias razones:
- Las dudas iniciales acerca del comportamiento de los turistas.
- La falta de mano de obra cualificada que nos golpeó de bruces al inicio de la temporada… un problema grave, que perjudica nuestra imagen, y que no se ha solucionado durante todo el verano.
- También por la inflación, que se mantuvo en dos cifras todo el verano, unas cotas no alcanzadas desde hacía 30 años, y que ha mediatizado el día a día de las familias… y de las empresas.
- Y, por último, la invasión rusa en Ucrania, un conflicto que estalló cuando empezábamos a dejar atrás la pandemia y que, a día de hoy, no se vislumbra el final…
Un conflicto cuyas consecuencias están llevando al límite los recursos de las principales potencias europeas, entre ellas España.
Todos estos ingredientes han impedido, hasta el momento, que recuperemos los niveles de crecimiento económico prepandémicos. El PIB balear no conseguirá cerrar este año sus heridas… no lo hará ya hasta 2023.
El mercado laboral, por el contrario, se ha comportado de forma positiva con cifras de ocupación muy elevadas, en paralelo a la actividad. Sin embargo, un verano positivo no debe ocultar la incertidumbre que la desaceleración de las economías europeas, la desbocada inflación y la guerra provocan a nivel empresarial. El Banco de España acaba de rebajar al 1,4% las ya recortadas previsiones de crecimiento del Gobierno para 2023.
No nos inventamos nada, no somos catastrofistas, somos prudentes y tenemos la mirada puesta en el futuro.
Decía que ha sido una buena temporada, sí, nuestro modelo económico es fuerte y también innegociable, pero requiere de una profunda revisión porque estamos ante una transformación acelerada por la pandemia, que no podemos aparcar.
Desde CAEB consideramos que la transformación de la que estamos hablando pasa por cambiar volumen por valor, SÍ, algo que defendemos desde hace años porque tenemos que ser más respetuosos con nuestro entorno y, por qué no decirlo, con la vida diaria de nuestros conciudadanos.
Debemos abordar esta transformación de la mano de la innovación, la digitalización y la circularidad. Nuestras empresas se están adaptando poco a poco a los nuevos tiempos, estáis haciendo verdaderos esfuerzos para actualizaros, para para adecuar vuestros servicios al siglo XXI.
El futuro pasa irremediablemente por la citada innovación, las nuevas tecnologías, las energías renovables y, por algo tan fácil de decir como difícil de lograr alargar la temporada al máximo, repartir turistas en espacio y tiempo, haciendo sostenibles nuestros recursos…
Este año lo estamos logrando, alargando la actividad más allá de este mes de octubre en algunos destinos:
- pero queremos ser atractivos durante más tiempo
- queremos y debemos saber cómo aprovechar nuestros rincones, pueblos, instalaciones…
- también los meses de invierno…
- … haciendo compatible el sector servicios con el resto de los sectores económicos de las Islas, también potentes, punteros y que debemos cuidar y potenciar.
En la diversificación está una de las claves del crecimiento y la supervivencia empresarial, como bien sabéis muchos de los que hoy nos acompañáis.
Otra de las claves está en la formación, ya que uno de los problemas acuciantes que hemos padecido todos los empresarios este verano ha sido la falta de mano de obra cualificada. Un problema que afecta a todos los sectores productivo de las Islas.
Desde aquí, aprovecho para insistir en la necesidad de apostar por la formación a través de programas específicos, Formación Profesional Dual, idiomas, tecnificación, etc. porque es la única manera de no prolongar esta ausencia de profesionales que nos ha dejado la pandemia, es la forma de retener el talento y es la única manera de contar con trabajadores más y mejor cualificados.
Insisto. Tenemos un gran reto por delante, un gran reto transformador, ilusionante a la par que enormemente complicado. Porque, además de saber cómo gestionar esta transformación del turismo, nuestra economía también tiene que hacer frente a las amenazas de un mundo globalizado donde, cualquier acontecimiento, nos afecta a todos… y de qué manera, como hemos comprobado los últimos años.
Hay situaciones que no podemos controlar, como algunas de las descritas durante esta intervención…
Pero hay otras muchas que sí. Podemos mejorar, actualizarnos, digitalizarnos, innovar, apostar por las energías renovables, contribuir a la economía circular y la sostenibilidad.
Solo necesitamos las herramientas adecuadas, las reglas del juego bien definidas, que no nos las cambien sobre la marcha, como la reciente e intolerable subida de la base máxima de cotización en los Presupuestos Generales del Estado. Necesitamos lealtad desde la Administración, seguridad jurídica y certidumbre para poder acometer la transformación que queremos.
Entre las herramientas imprescindibles que venimos reclamando se encuentran algunas ya históricas:
- El Régimen Especial de Baleares, un proyecto demandado desde hace décadas, aprobado parcialmente en 2019 y cuya parte fiscal acaba de ser desbloqueada y anunciada tanto por el Gobierno central como por el autonómico.
Las medidas fiscales del REB, que afortunadamente ya figuran en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, van a ser muy importantes para paliar las desventajas de las empresas por el hecho insular y van a fomentar las inversiones productivas en Baleares.
No olvidemos, en cualquier caso, que estas medidas fiscales están destinadas a la reinversión de los beneficios y son muchas las empresas que en estos momentos no están teniendo beneficios, por lo que difícilmente podrán invertir. Tampoco acabamos de entender su tiempo de aplicación. ¿Por qué hasta 2028? El REB se aprobó para que sea permanente, no temporal.
- La segunda de las herramientas que estamos esperando los empresarios como agua de mayo son… los archiconocidos fondos europeos.
El panorama general en Baleares, que no difiere del resto de España, como bien saben en la CEOE, es preocupante: el 78% de los empresarios califica su gestión de “negativa o muy negativa”: Desde CAEB reiteramos una vez más, y no nos cansamos de repetirlo, en la necesidad de que los fondos europeos lleguen a las empresas.
En este sentido, tendemos la mano al Govern balear para ayudar, con recursos y personal propios, a flexibilizar las convocatorias, que hoy por hoy tienen una carga burocrática y de dispersión entre distintas consellerias que hace muy difícil la presentación de proyectos. No son sólo reivindicaciones del sector empresarial español. Desde la Comisión Europea son conscientes de este problema, y estamos hablando del mayor ejercicio de solidaridad y financiación jamás aprobado desde la UE.
- Tampoco nos cansamos de solicitar una agilización administrativa en la tramitación de las subvenciones o ayudas, una simplificación ajustada a la realidad de la situación del tejido empresarial.
En estos momentos, los retrasos suponen aumento de deudas lastrando más la delicada situación de muchas empresas de Baleares.
- Y, por último, pero no menos importante, tenemos ante nosotros la renovación de los convenios colectivos… cada sector afronta unos meses de dura negociación laboral con los trabajadores.
Pero, ¿qué empresario no quiere mejorar la situación y la vida de sus empleados? Igual los hay, pero yo no conozco a ninguno.
Los empresarios apostamos por el bienestar de todos, empezando por nuestros equipos, como he expresado al inicio de mi intervención. Pero si una empresa no cuadra sus balances, tampoco puede pagar sus nóminas…
Si una empresa no está saneada, entonces corre el riesgo de quiebra. La falta de personal cualificado al que hacía mención anteriormente está provocando que las empresas de Baleares pierdan productividad, y esto conduce a muchas al cierre. Y sin empresa, no se pueden subir las rentas del trabajo.
Sin empresa, no hay sueldos, ni trabajadores ni se genera riqueza… El mejor escudo social, el que garantiza continuidad, estabilidad y crecimiento es el empleo. Y para que haya empleo tiene que haber tejido empresarial saneado, competitivo y con alta productividad. Sin empresas no hay empleo. Y sin empresas competitivas no puede haber empleo de calidad.
Desde la patronal apoyamos las ayudas públicas para transportes, comercio, pymes y autónomos, pero también reclamamos ayudas directas como la rebaja de impuestos que nos permita reforzarnos y avanzar.
Asimismo, nos preocupan las cuentas públicas. Tanto los Presupuestos Generales del Estado que prevén un déficit que incrementa la deuda cómo los próximos Presupuestos de esta Comunidad Autónoma, que aún nos conocemos.
Las empresas sabemos mejor que nadie que los déficits y la deuda condicionan el futuro y pueden comprometer la viabilidad y la continuidad de un proyecto. Entendemos que en momentos de dificultad hay que asumir esfuerzos extraordinarios, pero sin comprometer el futuro con decisiones a corto plazo que condicionarán el bienestar colectivo.
Nuestro objetivo número 1 es que el tejido productivo sea lo suficientemente fuerte para poder afrontar situaciones de dificultad como la actual.
Esta es nuestra voz, nuestra hoja de ruta, la que os describo hoy aquí, en persona… sin interferencias, sin interpretaciones partidistas o mediáticas, más o menos interesadas.
Hoy es un día para reivindicarnos, para ensalzar el papel del empresario o empresaria, el de todos los que dedican su esfuerzo, sacrificio y trabajo diario al porvenir de la sociedad. Es el día de todos aquellos que no desconectáis ni los días libres, ni en vacaciones, porque vuestros negocios no se detienen, no descansan. Hemos asumido riesgos, superado juntos una pandemia y juntos también afrontaremos un futuro lleno de oportunidades.
Os animo a seguir siendo:
- Constantes
- Ambiciosos
- Innovadores
- Y generosos
No es la primera vez que afrontamos retos de gran envergadura y que salimos vencedores. No somos conformistas, estamos ante un gran cambio y queremos liderarlo. Sigamos devolviendo a la sociedad toda nuestra capacidad de trabajo, nuestro ímpetu, nuestro deseo de innovar, de seguir construyendo un mejor siglo XXI, haciéndolo sostenible con la ayuda de toda la sociedad.
Parafraseando al presidente de la CEOE, al que por cierto espero poder verlo de nuevo aquí el año que viene:
“Los empresarios no somos el problema, somos la solución”.
Muchas Gracias
https://youtu.be/jam9FmFny7s