Presentan la ‘Guía para la protección del trabajador autónomo’ “para favorecer la actividad empresarial de los autónomos”
Palma, 20 de septiembre de 2017.- La Confederación de Asociaciones Empresariales de las Balears (CAEB), y Fundación MAPFRE y han organizado hoy, 20 de septiembre, una jornada técnica con el objetivo de analizar la figura del trabajador autónomo, los riesgos que les afectan y cómo deben tratar y gestionar sus medios.
En dicho encuentro han intervenido la presidenta de CAEB, Carmen Planas; el profesor de IE Business School, Fernando Amigo, y el responsable de Formación de MAPFRE en Balears Antonio Vázquez, encargado de presentar la ‘Guía para la protección del trabajador autónomo’.
En la apertura de la jornada Carmen Planas ha destacado que “en Balears, uno de cada cinco trabajadores es autónomo y, por ello, fomentar el espíritu empresarial y proteger a los autónomos es fundamental para mantener el dinamismo de nuestra economía porque Los autónomos, junto con las pequeñas empresas, constituyen uno de los principales pilares en la generación de empleo y de riqueza”.
Carmen Planas ha agradecido a Fundación MAPFRE por la elaboración de esta ‘Guía para la protección del trabajador autónomo’ “contribuyendo así a favorecer la actividad empresarial de los autónomos”, y ha recordado que “desde CAEB, y dentro de CEOE y CEPYME, organizaciones a las que CAEB representa en Balears, trabajamos para lograr una mejora del marco normativo que afecta a pymes y autónomos, reclamando a las Administraciones una mayor simplicidad y una equiparación razonable entre los sistemas de Seguridad Social de Autónomos y del Régimen General
Por su parte, Fernando Amigo ofreció en su ponencia una panorámica del trabajo autónomo en las Islas y abordó los retos y oportunidades que tienen los autónomos.
Panorama actual de los autónomos en Balears
En Balears hay 94.544 personas que cotizan en el RETA, que representan el 2,9% del total nacional, de los cuales el 57,9% son trabajadores autónomos personas físicas (2,8% del total nacional), proporción menor que la media a nivel nacional (61%).
El resto (40.189) son autónomos integrados en sociedades mercantiles, cooperativas u otras entidades societarias, colaboradores familiares o parte de algún colectivo especial de trabajadores, esta proporción supone un porcentaje que la media nacional (3 puntos por encima).
El perfil mayoritario del autónomo balear se encuentra en el sector servicios, sin asalariados a su cargo, con una sola actividad, varón de 40-54 años (importante presencia 25-39 años), español, que lleva 5 años o más en su negocio, y que cotiza por la base mínima de cotización.
Fuente INE, IBESTAT (Institut d’Estadística de les Illes Balears). Datos del mes de junio.
Según algunas encuestas recientes en Balears y en el resto de España, el clima de negocio es percibido como positivo, aunque no se considera del todo satisfactorio.
Sin embargo, existen una serie de aspectos que preocupan a este colectivo como el acceso a instrumentos de financiación, subvenciones y ayudas, necesarias para la innovación y la apertura de nuevas líneas de negocio; la formación y profesionalización como elementos importantes para la mejora del rendimiento y la competitividad.
Además, les preocupa la morosidad (pública y privada), así como las trabas administrativas y legales, para asegurar la continuidad del negocio y la estabilidad en el empleo. La equidad en el tratamiento laboral de la actividad y las prestaciones sociales (inactividad, pensiones, etc.). Por último, el proceso de digitalización de sus empresas motivado por el intenso ritmo de innovación tecnológica, que es quizá el reto más relevante y difícil de abordar.
Guía para la protección del trabajo autónomo
Respecto a la Guía, Antonio Vázquez ha destacado que es una publicación que define los tipos de riesgo a los que se enfrenta un autónomo, así como las personas o elementos de su negocio que debe proteger. En concreto, en relación a su naturaleza los riesgos se agrupan en dos grandes categorías:
- De negocio. Directamente relacionados con las actividades empresariales y pueden dar lugar a pérdidas o beneficios.
- Accidentales (o puros). Puede tratarse de un incendio, robo o accidente laboral y solo dan lugar a pérdidas.
Analizados en relación al daño que producen, el autónomo está expuesto a:
- Riesgos sobre las personas. Se refieren, fundamentalmente, a los accidentes en el trabajo y las enfermedades profesionales.
- Riesgos sobre el patrimonio. Afectan a los activos materiales e inmateriales que posee la empresa: los inmuebles, el mobiliario, la maquinaria, las materias primas, etc.
- Riesgos sobre la responsabilidad. Son obligaciones derivadas de reclamaciones por daños ocasionados a terceros perjudicados.
- Riesgos sobre los ingresos. Son aquellos que afectan a los resultados de gestión derivados de la posible paralización de la actividad empresarial.
En este sentido, la Guía aconseja para el autónomo protegerse frente a todos estos riesgos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden poner en peligro la existencia de cualquier empresa.
El documento aporta tablas y casos prácticos como, por ejemplo, un test de nivel de protección frente al robo o una tabla que clarifica las pensiones medias que recibe el autónomo ante contingencias como jubilación, viudedad, incapacidad, etc.
La Guía incluye 10 recomendaciones para reducir los riesgos relacionados con la actividad de estos profesionales:
- Prevenir
- Asegurar
- Analizar
- Asesorarse
- Resolver
- Archivar
- Actualizar
- Contactar
- Actuar
- Confiar
El documento forma parte de la colección de Guías Divulgativas que Fundación MAPFRE viene editando y puedes descargarlo de forma gratuita en este enlace:
https://www.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1091757