Director de Turismo de WTW España, Juan Carlos Tárrega,
Autoridades, empresarios, amigas y amigos.
Bienvenidos un año más a esta jornada anual de Gestión de Riesgos en el Sector Turístico que organiza la consultora internacional WTW. Gracias a los responsables de WTW por contar conmigo en esta ya tradicional cita con el sector turístico que alcanza su 18ª edición, una jornada que nos va a permitir a lo largo de toda la mañana escuchar a expertos turísticos que nos desvelarán las estrategias a corto y medio plazo del principal motor económico de Baleares.
Esta segunda temporada post-COVID (aunque realmente es la primera plenamente normal porque la de 2022 empezó aún con restricciones en primavera) … Esta 2ª temporada, decía, está transcurriendo de forma positiva, estamos recuperando cuotas de turistas y de ocupación anti-COVID, y pese al inesperado freno que señalaron diversos sectores el pasado julio, agosto y septiembre han vuelto a recobrar brío y velocidad de crucero.
Espero que la temporada pueda alargarse lo máximo posible, como el año pasado, donde muchos hoteles y resto de la oferta permanecieron abiertos hasta bien entrado noviembre. Estamos recuperándonos bien, eso es una realidad, como lo es también que lideramos el descenso del desempleo a nivel nacional llegando a cifras actuales que se califican de pleno de empleo, si bien aún nos queda
un pequeño camino (poco más del -2%) para acabar de reducir por completo la brecha causada por la pandemia.
Quiero recordar que fuimos de las CCAA donde más cayó el PIB en la crisis sanitaria de 2020, por encima de un 20% y que, por tanto, nos ha costado más llegar a donde estábamos.
No obstante, esta situación de aparente normalidad y recuperación de actividad no debe ocultar que en Baleares tenemos un grave problema de productividad en el tejido empresarial. Nuestras empresas han ido perdiendo nivel de competitividad en los últimos años, tanto dentro de Europa como ante el resto de CCAA de nuestro país. Por tanto, creo que la apuesta por la innovación, la transformación digital y energética no se puede demorar más si queremos seguir siendo un destino competitivo, un destino líder, que se posicione no sólo gracias al ‘sol y playa’, sino que sea capaz de diversificar la oferta turística (deportiva, cultural, gastronómica, etc.) para:
- alargar las temporadas
- y tener una buena actividad también los meses de invierno.
En este sentido, desde la CEOE, a la que también represento, se tiene entre las prioridades empresariales impulsar la competitividad y acelerar la evolución del modelo turístico a nivel nacional. Bajo el lema ‘El futuro del turismo en la agenda de hoy’, en junio se presentó un plan de la industria turística para los próximos años con las prioridades marcadas por las empresas de CEOE.
Un plan que prevé acelerar la transformación del modelo turístico hacia una gran red de valor con medidas que garanticen su sostenibilidad social, económica y medioambiental. El plan aboga, también, por el desarrollo de una estrategia que permita recuperar la reputación del sector, partiendo de la mencionada sostenibilidad del turismo e impulsando el desarrollo del talento y la adecuación de los recursos humanos.
No podemos obviar que, por segundo verano consecutivo, estamos padeciendo en diferentes sectores una alarmante falta de mano de obra y también el déficit de especialización de determinados perfiles. Debemos apostar por la formación, la especialización para generar el empleo que realmente necesitamos.
Otra de las prioridades recogidas por las empresas del Consejo de Turismo de CEOE es la necesidad de reinventar Turespaña para crear un organismo profesionalizado, con un modelo de gestión flexible que impulse la promoción de España en el exterior. Asimismo, incide en la necesidad de contar, de forma permanente, con un plan estratégico que afronte la transición digital y ecológica que aproveche el trasvase de conocimiento de las empresas hacia la Administración, reformulando la indispensable colaboración público-privada.
Los empresarios también proponen desarrollar un Plan nacional para regenerar los destinos de España, que debería completarse con acciones para desarrollar productos complementarios a la oferta actual, con el objetivo de extender la temporada a todo el año, algo que en Baleares llevamos mucho tiempo intentando. CEOE considera que la puesta en marcha de todas estas propuestas permitiría consolidar el liderazgo de España en competitividad turística y mantener la aportación del sector al PIB, situado en el 15% del total.
Por si todos estos retos fueran poco, esta temporada 2023 también hemos seguido conviviendo con una inflación alta, que perjudica notablemente tanto a empresarios como ciudadanos.
Por tanto, golpea por partida doble al sector turístico.
Pero soy de las personas a las que les gusta ver el vaso medio lleno. Me preguntaban recientemente en una entrevista si los mallorquines (o baleares en general) debemos sentirnos orgullosos de nuestro sector turístico. Y, sin dudarlo, la respuesta fue sí.
No descubro nada al decir que Baleares es un referente nacional e internacional en el sector turístico, que lideramos dentro y fuera de nuestras fronteras desde hace muchos años. Es un modelo estable, de éxito, liderado por empresarios de las Islas que desde hace varias décadas tuvieron la visión de no sólo desarrollar este modelo turístico en las Islas, sino de exportarlo. Por tanto, creo que sí debemos mostrarnos orgullosos de este modelo económico, exitoso, valorado y admirado en todo el mundo.
Ahora bien, los tiempos están cambiando a un ritmo vertiginoso, a corto y medio plazo nuestro modelo económico debe adaptarse a la nueva realidad basada en la sostenibilidad, la apuesta por las energías renovables, la economía circular, todo ello de la mano de la innovación y la digitalización que debe transformar las empresas para que sigan siendo competitivas en un mundo totalmente globalizado.
Nuestra industria turística es de primer nivel. Lo fue, lo es y estoy segura de que lo seguirá siendo. Su futuro está bien encaminado porque la mayor parte de los empresarios están apostando por esa transformación hacia la economía circular, imprescindible para proteger nuestro medio ambiente, nuestro valioso y limitado territorio. Debemos asegurar un uso eficiente de los recursos –productivos, energéticos, naturales- como base para permitir la continuidad y sostenibilidad a nuestro modelo económico a largo plazo.
Tenemos un gran reto por delante, transformador, ilusionante y no exento de dificultad. Pero contamos con los mejores expertos a los que tenemos la oportunidad de escuchar en jornadas como ésta.
Gracias de nuevo a WTW por colaborar con nuestros empresarios, y por elegir Palma para esta interesante jornada.
Buenos días.